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"SENTIRES Y PASIONES", un poemario de la poeta Carmen Amérigo, septiembre 2019

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 Palmeral con el poemario de Carmen Amérigo (Alicante 06-09-2019)



NOTAS DEL EDITOR

     Hace años que conozco a una  mujer valiente y decidida, se trata de la poeta Carmen Amérigo, residente en Alicante, y de cuya calidad lírica el lector lo podrá juzgar por sí solo en Sentires y pasiones, que no es su primer poemario publicado, y además tiene varios poemarios inéditos. Ella es una poeta de las llamadas “sinceras de la experiencia” que se entrega en sus poemas con toda vitalidad y sentimientos de su cotidiano vivir, necesita comunicarse poéticamente y lo hace con claridad, sin pudor en toda su amplitud, que se manifiesta con su voz verdadera.
    Lo primero que me encargó Carmen para la edición del presente poemario fue que tenía que estar  ilustrado con unos cuadros de su hermana María Amérigo, conocida y afamada pintora. Cuadros que decoran su  casa. Por ello y con la cámara digital en mano me acerqué a su piso por Vistahermosa de Alicante, un amplio piso que es una pinacoteca privada, todas su paredes están decoradas por cuadros de su hermana y otros pintores, de distintas épocas y estilos, reflejo de una mujer que ama el arte, también había libros y de objetos decorativos y recuerdos.  Realizado el reportaje tuvimos la oportunidad de hablar en la terraza tomando un refresco y conocerme mejor, que siempre es  substancial entre editor y escritora, y yo diría que casi necesario.
     Pero lo que de verdad importa de esta “Nota de editor” es comentar el presente poemario selecto Sentires y pasiones, resultado de  la excepcional voluntad creadora de Carmen Amérigo, su promulgación de un "rumbo poético propio" que trasciende los cánones al uso y asume un tratamiento atrayente de la realidad absolutamente seductora, regido por una locuacidad que parece como proyectada de un espacio parnasiano.
    La voz narrativa se deja llevar  en su cosmovisión poética por el amor y el desamor, lo ilusionante y lo perdido, en base a sentimientos sutiles y la observaciones más personales, estructurados como un diálogo con el amado, ese amor ahora ausenté, otros poemas cantan al mar, y a la naturaleza, y son muy levantinos: “Yo soy el mar” nos dice en su relato  7) “La mente”, y nos lo expresa bajo la forma de prosa poética narrativa y comprensible para el lector que los leerá atento como un observador casi voyeristas, donde a pesar de componer poesía libre, poseen ritmos internos por su formación musical.
    Tomo nota de algunos versos como: “Para el corazón labrado/ por el hombre” del poema 2 «Frutales», aporta una reflexión filosófica; o en“Yo soy el orfebre/ que modela tu destino” del poema 6 “Yo soy el orfebre”.   Compone telúrica metáfora como “Cuando el volcán/ de los deseos” en el poema 42) Cuando miras la noche”. El poema 67  “Sentires” es como un resumen del poemario por  sus versos sinceros cuando escribe: “De alguna manera, la mujer tiene que saber/que alguien la quiere”.
   También tiene prosa, como 7 “La mente” donde nos dice que se llama Carmen como la ópera de Bizet, y que ella hizo la carrera superior de piano, ampliando estudios de historias, composición y armonía. 
    El libro se compone de 67 composiciones, de estilo libro, de diferentes extensiones  se versos con los que consigue efecto  cercano y amable a los sentidos. Los títulos de los poemas son breves pero acertados dardos conceptuales   de su contenido, instrumento de expresión.   Porque María del Carmen Amérigo es una gran poeta sensitiva, llena de pasiones y emociones, de aquí el titulo Sentires y Pasiones, todo corazón y entrega, que posee una grandiosa capacidad creativa. Tiene inéditos otros poemarios como Mis primeras poesías y Verde sobre verde, muchos de sus poemas publicados en su muro de Facebook, y en revista como Auca, a la que pertenece como socia, además de haber participado en numerosos recitales con el Grupo Poético Numen y con Arte y Fusión de la Asociación de Artista Alicantinos.
    Con la capacidad que tiene Amérigo y su calidad como poeta de la expresión amorosa, decantación de la experiencia vivida como los  nobles y buenos vinos de arte de la palabra poética, esperamos de ellas nuevas entregas que no lleve a su mundo poético íntimo y particular. 
     En varias conferencias sobre POÉTICA  he comentado que la poesía es una de las artes cuyo instrumento es la palabra, y es, a la vez un arma de compromiso dentro de un sistema particular de escritura, que es el medio más óptimo para presenta la poesía que se siente y emociona, porque la poesía hay que sentirla más que comprenderla, puesto que es complejo entrar en la catarsis creativa del poeta, que cuando compone, desconocemos los pensamientos que se cruzan por sus millones de neuronas (piélago de conexiones una veces lógica y otras hijas del azar).


                                  Ramón Palmeral
                                  Escritor, editor y poeta
                                 Alicante, 19 de agosto de 2019

Carta abierta al Director de El Corts Inglés de Alicante:

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Carta abierta al director de El Corte Inglés de Alicante:
Cada vez que un centro cultural se  cierra se comete un crimen contra la sociedad, contra la educación y contra el civismo, como ha pasado con el cierre de Ámbito Cultural de El Corte Inglés de Alicante
Ramón Palmeral

Ayer tarde 6 de septiembre 2019, a eso de las 20.15 estuve en la puerta Ámbito Cultural de El Corte Inglés de Alicante, en la que llamamos los alicantinos el de Galerías, y tenía una nota que decía:  cerrado por reformas. Como la puerta estaba abierta metí la narizota mía (periscopio) y,  gran sorpresa, la reforma consiste en un almacén con estanterías ocupadas con mercancías diversas y enseres. Es decir, que han usado un espacio cultural de conferencias, exposiciones de pinturas o fotografías, presentaciones de libros, recitales poéticos y eventos culturales como almacén. ¡Qué vergüenza torera! Cambiar cultura por mercancías. Ahorrar con cultura.
Increíble pero cierto,  desconozco si ha sido una orden de Madrid, de la dirección de la central, pero he de decir que ha sido una cagada, sí,  señor director, una cagada grande, que la gente de la cultura no merecemos. Pienso que cuando te amputan un dedo por diabetes acaban amputándote todo el cuerpo, que es lo que va a pasar con El Corte Inglés que no se sostiene en un mercado globalizado, donde lo que hacen falta son nueva ideas y no quedarse como en los años 60.
Yo que además de conferenciante soy pintor cada vez que iba compraba material de pintura, la última vez que fui, antes de cerrar, en julio, compré cerca de 100 euros en materiales de pintura, y como yo otros pintores. Que como han cerrado nuestro ágora cultural ya no tengo que ir a comprar pinturas ni nada, y como yo lo harán otros pintores. Y además propongo a otros pintores hacerle un boicot o al menos dimita.
Muchos poetas y escritores comprábamos algún que otro libro o material de escritorio, era una gran aula de reuniones y encuentros con amigos. Usábamos el parking, de pago claro, hacíamos uso del supermercado, y siempre acabábamos en la cafetería de la quinta planta o en la de abajo, que teníamos como lugar de citas, pero esto se ha acabado.
Tengo que decirle que va a perder muchos clientes tanto de compra directa como por Internet.
Han dejado fuera a la coordinadora y relaciones públicas, que tanta publicidad generaba. Empezaron ahorrando la Agenda mensual impresa, y pasó a un formato digital. La miseria trae más miseria, y todo para ahorrarse a uno o dos empleados, sillas y electricidad.
La política de ahorro trae consigo menos publicidad, y menos visibilidad en el mercado. La ruina trae más ruina y menos beneficios.
Yo estoy muy cabreado y le ánimo a otros asiduos a hacer un boicot al el corte inglés, con minúscula de Alicante por su mala gestión. Si fuera una entidad pública hubiéramos organizado una sentada en la puerta, pero como es privado, nada se puede hacer, sino el vilipendiado y el boicot.
Señor director de El Corte Inglés, usted ha ofendido la inteligencia de muchos alicantinos amantes de la cultura al cerrar un foro tan importante como era Ámbito Cultural, para convertirlo en almacén y ahorrar empleados. La miseria trae miseria, porque muchos como yo no vamos a ir a comprar ni lotería siquiera.
Si, años atrás, en el 2000 la cultura en Alicante había levantado cabeza, fue gracias a Ámbito Cultural, ahora  se pierde unos puntos de estos vértices de cultura. Ya sabemos que las instituciones no invierten lo suficiente en cultura, piedra angular de la juventud y sociedad, pero que lo haga nuestro Corte Inglés,  increíble pero cierto. Sí ha oído bien es "nuestro" Corte Inglés, aunque se haya perdido la empatía con la sociedad, que tenía antes, como lo fue también cerrar el Aula de la CAM que pasó al Sabadell, y cerró hasta la biblioteca de Gabriel Miró de la Avda. de Ramón y Cajal.
Pido a todas mis amistades virtuales o físicas que difundan esta carta a ver si llega a la central de Madrid.
BENEFICIOS SIN CULTURA NO ES POSIBLE.

Firmado: Ramón Palmera
Escritor, pintor y poeta

Mariana Pineda, de Federico García Lorca, cobra vida en Caracas

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• Martes 10 de septiembre de 2019
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“Mariana Pineda”, de Federico García Lorca
La obra de García Lorca es “un grito de mujer que convoca a una nación desesperada”, según el director Jan Thomas Mora Rujano.
Desde este 13 de septiembre se presenta la obra Mariana Pineda, del poeta español Federico García Lorca, dirigida por Jan Thomas Mora Rujano y producida por William López, en la sala Rajatabla, ubicada en Bellas Artes, entre la sede de Unearte y el Complejo Cultural Teatro Teresa Carreño, en Caracas.
El montaje ha sido coproducido por la Fundación Rajatabla y el Centro para el Desarrollo Teatral, con el patrocinio de la Embajada de España y la colaboración de Ramiro Molina, Francisco Rodríguez y JACCS Producciones.
Según Mora Rujano, Mariana Pineda “es un canto femenino, un grito de mujer que convoca a una nación desesperada. La libertad que plantea García Lorca en la piel de Mariana Pineda está plagada de amor, un sentimiento que le obliga a dejar de lado su vida privada y ahondar en lo público, al punto de ofrecer su vida sin importar si es correspondida por la causa a la que se entrega”.
El director afirma que su intención es “rendir un homenaje, resaltar el rol social y político de las mujeres en la sociedad, que se debaten a diario en una lucha de género constante, para confrontar el tiempo histórico que nos ha tocado vivir”.
El elenco está encabezado por Nerea Fernández Dorronsoro, Luis Ernesto Rodríguez, Elmer Eduardo Pinto y Jesús Carreño, acompañados por el talento de Iliana Hernández, Marytere Buitrago, Rosa Paz, Sarimi Cedeño, Jayler Romero, José Millán, Jesús Dirinot, Francisco Mayz, Carlos Gallardo y Julio Alejandro Bastardo.
La puesta en escena es de Héctor Becerra, el vestuario de Nakary Bazán, las coreografías de Brian Landaeta, la asistencia de dirección de Gonzalo Irigoyen y la producción de campo de Williams Blanco. La obra tendrá funciones de viernes a domingo a las 5 de la tarde.

Alusiones abstractas, por Wlfredo Carrizales, en Letralia

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Alusiones abstractas

• Lunes 9 de septiembre de 2019
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Textos y fotopinturas: Wilfredo Carrizales

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Alusiones abstractas, por Wilfredo Carrizales
Fotopintura: Wilfredo Carrizales
ME GUARDO de la explanada de loess con el betún y el bermellón de los recuerdos de los tiempos que se preocupan por labrarse. Voy tartamudo visualizando pequeños recipientes de arcilla. Las vacantes de los lugares me previenen; yo provengo de un catálogo que trasluce. (¿Y dónde andará la hembra embreada con su lona del martilleo?). La ósmosis me acerca a los animales más mamíferos, aquellos que incurren en excesos de malicia. Paso de un sitio a otro y robo la tierra y sus rizópodos. Pateo en tres días lo que otros patean en un semestre. En los intervalos, los saxátiles ejecutan mis embargos: me embarga el frufrú de los cirros, el placer de los abortos de las moscas, la tristeza…
A COMPÁS marcho con el descuidado del sombrero de paja. Las boñigas de los caballos extintos comulgan aún con sus jaleos. Un cerco de poblados que recibieron su castigo afrenta la vista y el olfato. En pos de la presa, unos canes rompen la tradición. Los perfiles de las aves depositarias se desvanecen con el viento que devuelve arena. Me ventilo a través de la abertura que se cuelga de las páginas. Las sentaduras han trasmigrado hasta un dominio de prendas y de silbidos.
NI OIGO ni siento. Mediante señas me ubico en el recodo de las púas. Hay que guardarse de los pajarracos y sus afines. Me refiero a su destreza explícita. Curvas sin carruajes, insignias de asaltos, rabos entre furias: todo eso, por ejemplo, rompe la armonía. Sin embargo, no me trunco, no me atomizo. Voy imbricado entre la quinta nota de la escala pentatónica. Y un hueso echado se me torna peñasco. El azar suelta su represalia y fecunda los pronombres, con muy poco provecho.
LA SOSPECHA —esa mala diosa— zigzaguea sin gracia. No temo, pero me debilito. Aunque no soy arrendatario de ella, le debo la cicatriz de la sequía. Tras los ofendículos rezan los hacedores de armarios y baúles para los viajes. Las mercancías ha mucho han partido. Ya ni pienso en los mediodías ni en las medianoches. Sólo auguro el triunfo de los embelesos o de las larvas del espejismo gualdo. Podría impregnarme de un yoduro de azufre, mas la ocasión requiere un discurso bajo una atmósfera propicia. Entretanto prefiero que me rehieran los hierros en desorden.
SOY EL DUEÑO de ninguna situación. Las intrigas de las texturas me sustituyen en silencio. ¿Dónde se originan las escrituras de lo tectónico? Se nace con las relaciones a cuestas y, a la vez, con un deseo simultáneo de desbaratarlas. Y el oído interno me susurra que sí. ¡Es que ni siquiera aparece un charco luctuoso! Y pensar que se han roto las jaulas de los grillos y los chirridos no son nada amables. Si hubiese una época presente de leche de yegua con opio y sueños en forma de hojas o de billetes de bancos fastidiados. Frotándola, la esperanza reluce. Y el oro ya no tiene audiencias y los pleitos les calzan sus cueros. Hace poco el follaje daba camisas. Ahora la energía se ha revocado.
TÁCTICAS DE LAS ADHERENCIAS en medio de la tundra o la estepa. Un cobertizo sujeta la comarca y la tregua de los tullidos va para largo aliento. Se varan las variables del polvo; no se usan las urticarias del sereno. Los tábanos aportan sus tretas, aprendidas de los triángulos humanos. Trepidan los talones con los cortes oblicuos de los puñales en retoño. Del mismo noroeste, una senda festonea sin malicia. Prima la adivinanza de los yerros, su rescisión frecuente. Son visibles las trabazones, pero la fatiga impide sucederlas y gradarlas. Un reproche y el color se asila entre las costillas. (Han dado en el punto y los dientes menudean). La hora da prenda de púrpura.

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Alusiones abstractas, por Wilfredo Carrizales
Fotopintura: Wilfredo Carrizales
IRISACIÓN, vamos a suponer. Aunque falle el resultado. La invisibilidad de la vejez recibe lecciones de la escasa lejanía. Al borde de la materia la asadura no se expresa. Unas entradas para seccionar la lobreguez, mientras en el descanso se delibera. Luego es tarde, afirman los realengos. De un lustro se entretejen hilos de cobre y alquitrán. Se ha perdido una fosa y lo fragoso ha ocupado su sitio.
LA ZOZOBRA: hacerse a la idea surcando las arrugas y el riesgo. A la intemperie, los rasgos degradan sus pintadas. Por tres posiciones se acierta en los reflejos de los estragos. Magrecen los pétalos adivinados y, más que nada, los perfumes de las gramíneas. ¡Lo sabía yo y amanecí con la vara de los consejos! Desde las luces se trasladan los tejidos que se devoran. Ñiscas de moliendas se recogen para los paladares duros. Una objeción y la mala fe de quien esconde lo ocre. Escucho y soy sigilo.
OJERIZAS a través de los vértices. Regrese alguien a fijar los parches hasta rastrear las emanaciones que se olvidan. Se usa la pasividad de la lechuza, si conviene. Se causan las plagas en los ángulos de la rectitud. Las sobriedades contiguas levantan hileras y las monedas se paren más allá de las brevedades. En un mes se notan los recorridos o la referencia al decurso de las cosas.
NO PASAN las frutas y las padecemos. Las placas alucinan con las patadas de los torpes. Varios colmillos irrumpen sobre los lomos y la diversión es de argamasa, derecha y exigente. ¿Acaso gira tal o cual palanca frente al embellecimiento de los organismos inanes? Con pelos entre los dedos pellizco a la niebla y a sus panojas. Un agua se atreve a ser aceptada y, sin más, se torna en adagio.
EL QUE ESTÁ barrenando las picaduras carece de nombre; el que templa los parásitos calla sin permanecer. Con algo rojizo la familia difunta rema por el vallejo de los cantos rodados. Mucho se representa en la huida y hasta una emboscada se aguanta. Entonces el suelo se aturde, se asalta con pirámides de barro lento, se espejea con anterioridad. Y cualquiera que haya salido de sus entrañas queda marcado por los signos de la inopia. Porque ahora sé menos, me pueblo de números.
TODOS LOS ESTADOS que se puedan, aun los más lacerados. Ya no podré valerme del grito equivalente. Sólo una poliginia de fin de era sería capaz de diferirme. Sin embargo, ¿cuántos sépalos lo sabrían? Aplicado a los orificios me muevo hacia lo calcáreo y esta circunstancia me hala a porfía. ¿Dónde buscarle un tópico que eluda lo obsceno, lo inmodesto de la repetición? Pregunto por las posiciones o por las posesiones y siempre la respuesta se orienta a señalar el vacío.
TIESTO QUE RECIBE los efectos de la vigilancia. Los contrastes, de lado y lado, se capacitan en el hábito. La reciedumbre se torna prófuga. ¿A qué rabiar si la queja no es más que un empellón? Después, a ratos, se acrecen las secreciones y ninguna soledad nos reencuentra. De los actos nocivos surgen curvas y lo inapelable traza sus términos. ¡Hambre de reluctancia con el índice arreglado para el fogueo! Por remate, un remedo sin prisas, dispuesto a compensarse, aunque llueva mudanza.
LA RESURGENCIA y los roñales. Una ronda con parduscas espuelas. Y los apodos para todo tipo de nomenclatura. Las orugas comen de sus sorpresas y las rubiáceas ni rozan los marbetes del polvo. Se ha de creer en los círculos y en los boquerones, a pesar de los bagajes sin saboreo. ¿Cómo saldar las crudezas de las maneras y de los modos infalibles? Quizá apriete el terreno en el momento de la mañana siniestrada. Taciturnos, los acéfalos encima de la agonía contenida. Después, también, los gases se torcerán cansados y los exfolios correrán por un canal que se cuece de continuo y los recipientes, todavía ligeros, se destinarán a las funciones más bajas en la estación de las flamas.

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Alusiones abstractas, por Wilfredo Carrizales
Fotopintura: Wilfredo Carrizales
UN COMO ESCUDO y un reptil de ensoñaciones equinas. Estrías rubicundas para la astronomía del momento. Si hubiera otro recurso de menuda máquina. Ya en artículo; ya en mediación. Y la siesta dividiendo la posible finca en miniatura. Un horario de trampolín, a guisa de una tinta que se revuelve. Todas las fluideces de la biología del terraje y el remedio con fuerza para proseguir.
LAXITUD DE MURO anulando el pedrerío que no se vislumbra. Los derrames del ocre hacia las esquinas en seco. (Me construyo un espaldar para otear la guerra de los verdugos, mientras tanto las censuras salen de boca en boca). Suspiros de la largura distrayendo inexistentes telarañas. En directo, unos arpegios para alisar los crudos promontorios. (Mutuante, tallo mi cognomento al pie del retiro de la escena). La nacencia de la aurora viene sin excusas. ¿La quiere quien la quiere?
NO MÁS de un título: gangrena de abigarramiento. Lo que hubo sido sagrado, en lo presente se hizo refugio de toquidos. Citar lo infrascripto para injertar un aceite. Un canon se expande por sobre mi superficie ágrafa. Revolotea un cuaderno marginal, pero no llama la atención. Muy empleadas las estampas después de los bautismos de las fechas que se refunden. (En los nudillos me claveteo unas monedas nubladas, las que enturbian mi entendimiento). ¿Y la colectividad de gajos?
ESTOY ECHADO tras los ojos y observo el ayer de donde no procedo. Para las letanías, los recodos con las ansias proscritas. ¿Y rabias y lágrimas y volteretas de plumas? Me rastreo de ungüento: aquello en las cercanías de los espiritistas. Al cabo, el tramojo de una harina poco frecuente, pero vital, incluso con sus leucomas. De las labiadas, me penetran sus efluvios de subsuelo y así acecho las retamas que en mala hora me prometieron. Mi olfato se prefija en un racimo de verrugas.
¿PINTARRAJOS? ¿Pinochas sin estadía? A lo que sigue las rayas le descubren el tifus, su languidez de bastidor. Los esquicios dispuestos para una tal galería con itinerario cambiante. Sobre los diagramas, los sexos insinuados para asaltar y rapiñar. ¡Ah, de los líquidos con acentos de uva, con residuos de cazoletas! Más de un músculo piróforo acidulado contra las fiebres; más de un maltrecho en las lides de los escorpiones. A la vez los palitos: agacharse para recogerlos y chuparlos hasta la ingrimitud del tuétano. Las girándulas se han vuelto jóvenes y no evaden sus caramelos planos.
BREBAJES DE ARMAS BLANCAS y se rompe la cebada del amanecer. Punto y cálamo; pleuritis y sombra; galena y perdigón. Se regulan los núcleos (en ocasiones fastidiosos) de los plomos y se desdoblan los objetos del asfalto. ¿Cuál unidad será para pocos? ¿Y si huelgo con la pomada que no es chapuza o con el lastre de la mujer que zumba? ¿Quién me enmanteca luego y más luego?
FLAVOS QUE SE FORMAN sin formarse, sin afirmarse. Empero, llegan a familia y testimonian. (En reposo, abrevo en las inducciones de las tesituras y me cubro de acequias, de tributos del éter). Por la izquierda, un conglomerado de escobas naturales; por lo pronto, un candil envenenado; por las buenas, salmos y piojos. Aunque no lo haya, vale la pena mirarse al espejo y enfermarse con la sintaxis. Total: los orificios y las fibras se recorren con obstinación. ¡Y hasta barnizan los alientos!
AL FIN, mi vehículo de grafito acaba por arruinarse y tiende a arrastrarme consigo. Dos correas lo impiden: me salvo con mi derecho subsecuente. En este instante, me hago mi costado, me empequeñezco a plenitud. Las partículas esgrimen sus mocedades de caballería. Una actitud me parapeta sobre los estribos y pugno por no perderlos. En retirada, la mucha cautela, la abultada precognición. Unos verbos prestigian los escamoteos de las coloraturas de la cercanidad. Si lo planeado ha existido, debemos congratularnos. (El reloj de sol saca pecho y anuncia el próximo cortejo).

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Alusiones abstractas, por Wilfredo Carrizales
Fotopintura: Wilfredo Carrizales
HÁBLANME de supuraciones, de separaciones herméticas. Y con mi pendón yendo de una topografía a otra más desgarbada. Y nadie me acompaña, ni con riendas ni con arriendos. Los referentes fonológicos se desvían sin control y causan mordacidades debajo de los organismos de la senectud. ¿Lloviznar? Ni para abrillantar las uñas. Preceden a los lloros de los peñascos las postrimerías de las sílabas cazadas en remedos de safari. Un caldo para el profeta y se sutilizan los presagios.
LO INSÓLITO se ha revestido de costras de impudor. Una herradura se encorva a media legua. El hombre que ronda con la armónica ronza su arsenal de cartuchos y amenaza con inmolarse. Los sucesos importantes duermen. Me sepulto en el interior de mi zumo y ronco rosado de escaramujo. Las maldiciones satisfacen a quienes deambulan por las hondonadas. (Añoro, místico, mi carne de doncella). Sirva la reputación de las mixturas portátiles para darle realeza a lo salobre.
TAMBIÉN se repentizan los prodigios de los ciclos. Del zaguero se aguarda siempre un colofón en donde lo delgado dimana con celo. (Mis dolores se espacian entre los barrancos que aún no se destacan). Situados entre agosto y septiembre, los sepias se refractan y cubren las distancias para tenerlas a mano. Cicatrizando sus heridas, los terrazgos convulsionan sumidos en luminiscencias. Breves extensiones nos separan de cascabeles, de embriones y de colmillos. El auxilio es una tijera.
LA PUBERTAD de la gleba no entra en discusión. El otoño se ayunta con ella y ella le pare sus mancebas. (Sifué y se aproxima sin cruzar). Lo siguiente anda unívoco, abreviado cual encrucijada de ingenuos. Ese sillar tenía sobrada presencia hasta que… (se omite la coda). Durante los golpetazos de la canícula, los perros orinan intereses de cementerio y ladran con simpleza, de modo simbólico.
AJUSTAR los bajos de arena, los altos de la nariz y perseverar hasta el fondo de la ubre periódica. Se califica por ese estilo a la soberanía de lo manido. Muchos pedruscos lanzados; muchas lajas rozando el cuerpo. Y el régimen de protección sobrazado. ¿Cuándo me sobará la miel, su esplendor de reina intercalada? He sido elector de las sepulturas no móviles y he regido para blancos, negros y amarillos. Hogaño me economizo para no ser ahorcado con mis avispas. ¡Lengua que se casa tenaz!
¿ACAECEN VENTURAS? Me subyuga el hado. Los mañanas se desparraman con las ceras de los santones. Entro por las puertas de las brisas y bienandanzas o desastres salen al paso. De suyo, el asunto aporta su propia melodía de disparates. Por el contrario, me figuro en el seno de una tuna.
SAGRARIO de ventiscas y erosiones. Tapón contra el bullicio. Balanceo de dunas y fantasmas. De antiguo, doblaba los forrajes y acudía a las plegarias de los ermitaños. Iba de ballesta y zurrón. Me jugaba el reconocimiento y la comunión en los tinglados. Lo menudo me crecía entre los ijares.
LA TACITURNIDAD. Esa taza de metal macerado. Las cortaduras sin esparadrapos; la prudencia sin habilidad. Transeúnte: tal cual. ¿Dónde el tallo para las reuniones? ¿Adónde me dirijo sin gestos? ¿A qué lugar saturado de inconstancias cromáticas? Contra la disentería, una clavija dentro de una olla. A la zaga, despojos. Amén de virutas, viseras, virtuosismos. (Siluetas de golondrinas entre las nubes. Quien las observa nada deduce, nada escatima. Los chillidos apenas lo asombran. Más lo pasman las redundancias sucias del aire, ese como estro que se adhiere a la piel y trastorna la lástima).

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Alusiones abstractas, por Wilfredo Carrizales
Fotopintura: Wilfredo Carrizales
RESQUEBRAJAMIENTOS de la sangre lítica, de la linfa pétrea. Aquejos para nombrarlos desde lo espiritual. Arácneas escamas, arcaicas, sin peces avizorados en las capas del estudio. Nosotros, vencidos, enajenados, ante tanto lastre axial. Además se tejían y destejían las techumbres de los pilares subrepticios. Asimismo propinaban coces las ancas desde los andamios.
DE DESEAR, duplicaciones al voleo. Apelativos para las entrañas de la tierra desafecta. Algunas charadas presumidas bajo una lupa que flotaba. Quienquiera no va a contar las manchas en los dedos. Pues, surge la extrañeza, lo portentoso. ¿Y si se enciman las disputas? ¡Que parezcan dorados los cepos, las encañaduras, los desatinos y demás fatigas! Un fogonazo no se descuida en el farol.
GORJEOS LAZADOS. Y en común se ignora el misterio subalterno. La escuadría constituyéndose con artejos, expresándose entre porciones no pasivas. Comoquiera que sea: comodín sin mieses. En vez del empeine, operación de empedrado y que sobresalga la robustez de los silogismos rupestres.
¿AL GARETE? ¿Qué garfio? ¿Cuál espliego de rodajas y alburas? Con hilachas no se puede seguir el pensamiento. ¿Turbión de hojuelas sin metamorfosis? Nada más que guijarros desorbitados hasta lo terrible. (Pausa). Fuga de la conciencia con todas sus letras, con todos sus artificios. (¡Pídeme, orador!). Donde astillas el estío condiciona su valía. Entonces diligencia su alcurnia. (¡Muérete, múrice!). Y los humos ocultos pregonan sus aberraciones y lo gayo se difumina, aislado, en paz.
EN TORNO A lo anejo. Encuentros con los halos más complacientes, con las reglas opuestas a los mosquitos. Los gárrulos cortejando sus candelas, acabando por licitarlas a tiempo. De puro punzón. Atribuciones tan graves como las esdrújulas. Aludimos a los deberes sin sentido, a lo perceptible en los desmayos o en las décadas de ambiente. Añoranzas de las noticias al tacto y una limosna en solicitud. A posteriori, iracundias y fruncimientos. ¿Un drenaje para la influencia? ¿Semiótico?
NI ERA de esa especie. Ni enderezara cóndilos prescitos. Peregrinando con el oficio de los grises, acaudillando tajadillas y menesteres de ceniza. La materialidad de las raíces en el complemento de las vías y unas meadas que bordan de plata los resquicios del metilo. Ahí se permiten los tratados de relojería y las miajas del granito. Por ende, se solapan las migrañas y se pierden las rastras.
CAMBIOS de a poco con el buscador de orígenes. Con marcialidad de pirita o con soberbia de espejuelo. ¡A nueve litros y se transmite la herencia! O lo que es sólo pasajero, sólo pesaroso. Amoragado en la navaja de chirles, a la espera de las cuerdas de la placidez. Mi opinión cae sobre un charco manso, neutral, tan tímido como un gusano de caléndula. ¡Nunca ningún oprobio carraspee en mi garganta! (Más adelante cúrcuma tras los azulejos y un cuadro trazado con plomada).
LO DIARIO, el disloque, la cualidad de la mentira. Tales noticias con el sol moreno, con el nidal enfermo, con las ganas alebrestando lo fúnebre. Ha de ser el proyecto para los derechos de pernada y seducción. Hoy más que nunca/siempre ponerme en mí, calcular la cima, reparar los pruritos… ¡Ah, malquistarme con la Muerte!
TORDO TORCIDO de oscuro ultraje, ¿quién te dio comisión? ¿Quién te alumbró el camino hacia la maldad perentoria? ¡Contesta! ¡Dilo ya de una buena vez! De lo contrario, malcríate, disponte a ser réprobo, configurado en tu destierro, sin ninguna oportunidad de acceder a un reputado color. Tordo combado: ¡púdrete lejos de nuestro pedregal y pégate eviterno a tu falsía!
Wilfredo Carrizales

Wilfredo Carrizales

Escritor, sinólogo, traductor, fotógrafo y artista visual venezolano (Cagua, Aragua, 1951). Estudió chino moderno y clásico, así como historia de la cultura china, en la Universidad de Peking (1977-1982). De septiembre de 2001 a septiembre de 2008 fue agregado cultural de la Embajada de Venezuela en China. Textos suyos han aparecido en diversos medios de comunicación de Venezuela y China, entre otros países. También ha publicado los poemarios Ideogramas (Maracay, Venezuela, 1992) y Mudanzas, el hábito (Pekín, China, 2003), el libro de cuentos Calma final (Maracay, 1995), los libros de prosa poética Textos de las estaciones (Editorial Letralia, 2003; edición bilingüe español-chino con fotografías, Editorial La Lagartija Erudita; Peking, 2006), Postales (Corporación Cultural Beijing Xingsuo, Pekín, 2004), La casa que me habita (edición ilustrada; Editorial La Lagartija Erudita, Peking, 2004; versión en chino de Chang Shiru, Editorial de las Nacionalidades, 2006; Editorial Letralia, 2006), Vestigios en la arena (Editorial La Lagartija Erudita, Peking, 2007) y Claves lanzadas al espacio o a las aguas (con fotografías del autor; Editorial Letralia, 2015); el libro de brevedades Desde el Cinabrio (Editorial La Lagartija Erudita, Peking, 2005), la antología digital de poesía y fotografía Intromisiones, radiogramas y telegramas (Editorial Cinosargo, 2008) y diez traducciones del chino al castellano, entre las que se cuentan Libro del amor, de Feng Menglong (bid & co. editor, 2008) y Lo que no dijo el maestro (selección), de Yuan Mei (bid & co. editor, 2015), además de la selección de cuentos largos Ocho escritoras chinas; vida cotidiana en la China de hoy, antología de varios traductores (Icaria, Barcelona, España, 1990). La edición digital de su libro La casa que me habita recibió el IV Premio Nacional del Libro 2006 para la Región Centro Occidental de Venezuela en la mención “Libros con nuevos soportes” de la categoría C, “Libros, revistas, catálogos, afiches y sitios electrónicos”.

Sus textos publicados antes de 2015
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Ciudad Letralia: Muesca
Editorial Letralia: Textos de las estaciones
Editorial Letralia: La casa que me habita
Editorial Letralia: Merced de umbral
Editorial Letralia: Fabulario minimalista
Editorial Letralia: Libertad de expresión, poder y censura (coautor)
Editorial Letralia: Poética del reflejo. 15 años de Letralia (coautor)
Editorial Letralia: Letras adolescentes. 16 años de Letralia (coautor)
Editorial Letralia: El extraño caso de los escritos criminales. 17 años de Letralia (coautor)
Editorial Letralia: Doble en las rocas. 18 años de Letralia (coautor)
Editorial Letralia: Claves lanzadas al espacio o a las aguas
TransLetralia: Pu Sungling
TransLetralia: Leonardo da Vinci
TransLetralia: Entre las flores (sucinta muestra)
TransLetralia: Cuatro expediciones e igual número de miradas
TransLetralia: Sylvia Plath
TransLetralia: Feng Meng-long y otros: El bosque de la risa
TransLetralia: Arnold Bennett
TransLetralia: René Char
TransLetralia: “La noche”, de Dino Campana
TransLetralia: Hai Zi
TransLetralia: Carlos Drummond de Andrade
TransLetralia: El mar, el océano, en la poesía francesa
TransLetralia: Gu Cheng: poemas y dibujos escogidos
TransLetralia: Mario Quintana: “Mis poemas son yo mismo” (poemas selectos)
TransLetralia: Tsangyang Gyatso (sexto Dalai Lama): Poemas de amor (selección)
TransLetralia: Víctor Segalen: Estelas (selección)
TransLetralia: Breves y antiguas fábulas chinas (selección)
TransLetralia: Cinco cortos cuentos chinos contemporáneos
TransLetralia: Poemas de Li-young Lee

Dana. Por María Teresa Rodríguez

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DANA

Me llamáis DANA,
soy arrolladora y palpito,
tengo precioso nombre de mujer,
es nuevo y no está en el santoral.
Antes, era solo borrasca,
luego, gota fría,
ahora, con ceremonia,
Depresión Aislada en Niveles Altos,
para los amigos: Dana.
Soy típica del otoño
aquí en el Mediterráneo,
frente a vuestras costas,
Alicante me acoge,
aunque nunca soy bienvenida.
No me permiten viajar sola,
un boato de fenómenos
me acompaña:
viento, lluvia, tormenta,
granizo y hasta mangas marinas.
¿Vengo del cambio climático?
Quizás, como tal, no,
pero la virulencia que traigo, sí.
¿Qué puedes hacer cuando llego?
Preparar el terreno,
cuidar de saber dónde estás
siempre que me desperezo
y suelto mis abruptos,
por sobre todo, respetarme,
entender mis gestos,
cederme el paso,
escuchar los sonidos si hablo,
y desear que me marche
sin hacer mucho daño.
María Teresa Rodríguez Cabrera
12 – 9 – 2019
Foto de Alicante a las 10:30 horas

"Gota fría sobre Orihuela se descarga", por Palmeral

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Gota fría sobre Orihuela  se descarga

Yo denuncio a toda la tormenta
Yo denuncio al Segura desbordado
que ignora los daños causados,
la riada repetida  irredimible
que levanta sus aguas hacia la huerta
donde laten  corazones desesperados
de una gente que no olvidan
que no olvida que vive junto a un río
caprichoso, inseguro, insensato…
y todas las sierras se precipitan
en una guerra de agua de los cielos
como nubes taladradas
en la última fiesta de los petados de rayos
truenos y hachas estridentes.

No puede ser, otra ola más.
No cabe una gota más.
No queremos que el cielo nos ahogue.
Llueve como nunca sobre Orihuela.
Donde los murales de Miguel Hernández se ahogan.
Llueve hambrientamente sin conocimiento.
Llueve sin amparo.
El mar de los cielos se orina como un diabético
No Hay derecho, no, no lo hay…


La noche era día y el día noche.

Orihuelica del Señor está incomunicada
sin pecado concebida entre catedrales
de piedra y bajo la Muela y la Cruz de ferro.
Una mujer tapa a los niños para salvarlos.
Algunos animales flotan ahogados
entre balsas de  cañas que el Segura ha encontrado

No, no hay derecho que la gota fría Dana
se vengue de manera tan inaudita e inhumana.

Ramón Palmeral
12-09-2010

Magnifico recital del Grupo Amarilis sobre el Barroco.

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Poestas Alicantinos y grupos
Grupo cerrado · 21 miembros
Unirte al grupo
Existen muchos poetas en Alicante que están en varios Grupos poéticos pero no estámos coordinados. Este portal es una oportunidad para colgar poemas p...

Presentación del poemario "Taxidermia" de Rosa Cuadrado en 80 Mundos

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Hoy sábado 21 de septiembre a las 12 de la mañana he asistido a la presentación del poemario "Taxidermia" de la poeta alicantina, y asociada de este grupo Rosa Cuadrado, presentado por la perisdista ay poeta Esther Abellan Rodes, y Ana Pastor ilustradora del libro, en la Librería 80 Mundos de Alicante. De de decir que sl presentación de Esther ha sido perfecta, y se han leído poemas del libro. Después Rosa y Ana firmaron libros. Se formó una cola.



     (Mesa de la presentación don Ana Pastor, Rosa Cuadrado y Esther Abellá)
Palmeral en el público.
Libro dedicato a Ramón Palmeral, por Rosa Cuadrado Ana Pastor

La Fundación Miguel Hernández convoca el Premio Internacional de Poesía 2020

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La Fundación Miguel Hernández convoca el Premio Internacional de Poesía 2020

La Fundación Miguel Hernández convoca el Premio Internacional de Poesía 2020 La Fundación Cultural Miguel Hernández ha convocado el Premio Internacional de Poesía 'Miguel Hernández-Comunidad Valenciana 2020’, que está dotado con un único premio de 8.000 euros y un elemento artístico acreditativo, así como su publicación a cargo de la prestigiosa editorial madrileña Devenir. Podrán participar todos los escritores que lo deseen, con una o más obras originales e inéditas escritas en castellano. Las obras, de tema libre, deberán contar con un mínimo de 500 y un máximo de 1.000 versos. Para la convocatoria del premio colaboran con aportaciones económicas la Conselleria de Cultura, el Área de Cultura de la Diputación de Alicante y la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Orihuela. 
Los poemarios se presentarán grapados o encuadernados debidamente, por quintuplicado, en formato Din-A4 o similar y con un índice de los poemas, escritos a máquina o en ordenador a doble espacio y por una sola cara. En los originales sólo se hará constar el título de la obra y un seudónimo. En sobre aparte, cerrado y con el título de la obra y el seudónimo en el exterior, se incluirán los datos personales del autor: nombre y apellidos, dirección, teléfono de contacto y correo electrónico, fotocopia del DNI o del pasaporte y una breve nota bio-bibliográfica.
En el sobre donde se incluyan la obra y los datos del autor deberá figurar clara y obligatoriamente que opta al “Premio Internacional de Poesía Miguel Hernández-Comunidad Valenciana 2020”. Las obras que no se ajusten a las Bases serán desestimadas. Los originales se enviarán a: Fundación Cultural Miguel Hernández, calle de Miguel Hernández nº 75, 03300 Orihuela (Alicante).
El plazo de presentación de las obras finalizará el 10 de enero de 2020. Se considerarán incluidas dentro de este plazo las obras que se envíen por correo y tengan matasellos de origen de esta fecha o anterior. El fallo será hecho público en marzo de 2020, en fecha cercana a la de la muerte del poeta oriolano. La Entidad convocante designará un comité de lectura previo, integrado por especialistas, que seleccionará las obras sobre las que deliberará posteriormente el Jurado.
Las Bases reguladoras de los Premios Literarios estarán disponibles en la página web de la  Fundación: www.miguelhernandezvirtual.e

Clara Campoamor, imprescindible

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Clara Campoamor, imprescindible

Categoría (El libro y la lectura, General) por Manu de Ordoñana, Ana Merino y Ane Mayoz el 27-09-2019/ Ser escritor


“Los sexos son iguales, por derecho y por intelecto. (…) Me siento ciudadano antes que mujer”. Son palabras que Clara Campoamor pronunció en las Cortes en 1931; era la primera vez en la historia que una mujer se dirigía al Parlamento español; se enfrentó a lo establecido y quiso cambiar la sociedad y convertirla en una agrupación más igualitaria, con el único propósito de lograr el sufragio femenino. “Porque confío profundamente en el alma femenina es por lo que he defendido con pasión su derecho al sufragio político”.
Con el fin de sumergirnos en esa intensa vida que tuvo Clara Campoamor (1888-1972), nos hemos documentado en varias obras. Una es el libro del escritor y periodista Isaías Lafuente, La mujer olvidada (2006). De una forma novelada y muy amena, recrea las memorias que ella nunca llegó a escribir. Otra, Las santas rojas (2008), de la profesora y crítica literaria Josebe Martínez; en ella hace referencia a las tres mujeres que sintiéndose aisladas del mundo lo revolucionaron: nuestra protagonista, Victoria Kent y Magarita Nelken. Otro libro que hemos tenido en cuenta es Del amor y otras pasiones, donde se recoge lo publicado en la prensa argentina durante su exilio: artículos literarios que escribió y dos entrevistas que le hicieron y cuya edición va a cargo de Beatriz Ledesma, escritora e investigadora literaria unida a Campoamor por el vínculo intelectual y afectivo que ésta tuvo con su tío abuelo, político y erudito cordobés, Federico Fernández de Castillejo.
Ni me casé, ni concebí, ni viví sometida a la autoridad de ningún hombre, ni me resigné a aceptar mi inferioridad intelectual”, estas palabras muestran muy bien su ideario y el de muchas mujeres que la apoyaron y con las que se relacionó a lo largo de su vida. Como además fue una persona inquieta y muy viajera también recordaremos aquellas ciudades que tuvieron una gran significación para ella.
Madrid, la ciudad que la vio nacer en 1888, en una época en la que las españolas nacían civilmente muertas, como ella solía decir. Fue bautizada con los nombres de Carmen Eulalia, aunque jamás los utilizó, y prefirió usar el de su abuela materna, la única que conoció. Forzada por la muerte de su padre, nada más finalizados los estudios elementales y por la precaria situación económica familiar, aceptó trabajos no contraindicados para las mujeres de entonces (dependienta, secretaria…), hasta que se presentó a las oposiciones para el Cuerpo Auxiliar de Telégrafos en 1909. Tras aprobarlas se convierte en funcionaria e inicia una tímida profesionalización inusual para la hija de un contable de un diario y una modista.
En 1917, comienza a trabajar como secretaria del director del diario Tribuna, lo cual le permite acercarse a la política y al mundo de la cultura. Eso le impulsa a iniciar los estudios de bachillerato con 33 años y después la carrera de Derecho, que la finaliza en un tiempo récord. “Mi vida puede expresarse con una sola palabra: trabajo. Durante dos años he sido empleada en una oficina de telégrafos; he estudiado a horas perdidas la carrera de Leyes; he trabajado en mi bufete de abogada, al mismo tiempo que pronunciaba conferencias en el Ateneo y discursos políticos en los mítines populares…”.
Lausana, urbe suiza a la que fue nada más salir de Madrid cuando estalla el conflicto bélico. Allí escribió el libro La revolución española vista por una republicana, en el relata su experiencia durante los dos primeros meses de la Guerra Civil en Madrid, que fue traducido al francés por su amiga Antoinette Quinche (de la que hablaremos más adelante) y publicado en París en 1937. A pesar de la lengua y de la idiosincrasia de la gente, Clara volvió a Lausana para vivir los últimos años de su vida: “La lengua cuando no es la materna, aunque se la crea poseer bien siempre es una barrera. El temperamento de esta gente es otro, la mujer aquí pese a su admisión en otras profesiones, sólo tiene por ideal la casa. Me estrello contra esta falta de viveza, de vida, que se acusa en todo.” Vivió un verdadero cautiverio en libertad. No se hizo al país, se sentía extraña. “El problema no está en el país que habito, sino en no poder habitar el mío”. Y en Lausana murió en 1972 sin poder regresar a su tierra natal. “A mi edad la muerte no es lo peor. Lo peor no es morir, sino estarse muriendo y tengo la sensación de que desde hace mucho tiempo me voy muriendo poco a poco. “Con las raíces cortadas” es el título que pretendía dar a unas futuras memorias y quizá sea la frase que mejor define su exilio.
Buenos Aires, la ciudad que la acogió entre 1938 y 1955. Estando en Lausana, decidió viajar a Argentina, contaba ya con cincuenta años. Mientras se encontraba allí, en 1947, las mujeres argentinas lograron el derecho de votar. En este país publica varias biografías: dos dedicadas a las dos feministas de pensamiento más preclaro en el ámbito hispánico: la introducción biográfica a una antología de Concepción Arenal en 1943 y la biografía y selección de textos de Sor Juana Inés de la Cruz en 1944. Al año siguiente se publica Vida y obra de Quevedo, su tercera biografía.
San Sebastián, la ciudad donde están enterrados sus restos. Tras aprobar sus primeras oposiciones obtuvo plaza en Zaragoza y después de trabajar allí varios meses, se traslada a la capital guipuzcoana, en la que vivió feliz durante cuatro años (1910 y 1914) trabajando como telegrafista. Años más tarde, en abril de 1930, regresó únicamente para pasar varias semanas. Fue entonces, cuando participó en la campaña de Acción Republicana, defendió a su hermano, insurrecto apresado, y alzó la bandera tricolor en el balcón del Círculo Republicano. Esta ciudad conquistó su corazón, hasta tal punto que pidió que su cuerpo reposara en ella. Afortunadamente se cumplió su deseo y sus restos mortales reposan en el panteón de la familia Monsó Riu, (Clara era madrina de la familia) en el cementerio de Polloe. Además, la ciudad ha querido visualizar su figura erigiendo una escultura en la plaza que divide el Paseo de La Concha y que lleva su nombre. De esta localidad son oriundos los tres firmantes de este blog.
Su vocación feminista se forjó a lo largo de toda su vida. La primera figura que influyó en ella, además de su madre, fue su maestra. De ella recibió, al acabar sus estudios elementales, a los trece años, la obra escrita por Concepción Arenal (1820-1893) en 1861 La mujer del porvenir, libro que le impactó fuertemente. Y la segunda fue Emilia Pardo Bazán (1851-1921) que en 1889 denunció en la universidad parisina de La Sorbona, la crítica situación en que vivían las mujeres en España, que no sabían leer ni escribir y más tarde defendió la igualdad absoluta e inmediata en la educación entre niños y niñas, lo que provocó feroces críticas de la sociedad conservadora de su tiempo. “Si otras mujeres siguieran mi ejemplo, el feminismo en España sería un hecho”, dijo la escritora gallega y Clara lo siguió para hacer realidad ese objetivo.
En la biblioteca del Ateneo madrileño, Clara descubrió su extraordinaria biblioteca, sus ricas tertulias y conoció a mujeres sensibilizadas por el conflicto que le fueron abriendo los ojos sobre el camino que debía tomar, entre ellas, Benita Asas Manterola, a la que Clara se sentía ligada porque había nacido en San Sebastián; porque las dos accedieron a la universidad siendo ya mayores y porque lucharon por lo mismo. Benita había fundado en Madrid la revista El pensamiento Femenino en la que denunciaba con vehemencia la minusvalía social y política que padecían las mujeres.
El nombre de Clara Campoamor estuvo unido al de Victoria Kent, porque las dos fueron diputadas en la misma época y porque protagonizaron un duelo dialogal en el congreso, además de ser las primeras mujeres que abrieron bufete de abogados en Madrid. Tal y como matiza Josebe Martínez en 1924, Clara Campoamor vio cumplido su deseo de ser admitida en el Colegio de Abogados de Madrid y fue ella la primera mujer en pedir su ingreso para ejercer como abogado, mientras que Victoria Kent fue la segunda, ya que se registró al mes siguiente.
Por la relevancia pública que alcanzó su figura, en 1927 fue galardonada con la Gran Cruz de Alfonso XIII que le concedió la Academia de Jurisprudencia, pero no la aceptó. Se mantuvo firme a sus principios: “La república me parece superior a cualquier otro régimen”. Su padre le infundió con ahínco este concepto y así siguió. “Mi natural modesto, mi gusto por la austeridad y mi amor a la limpia conducta me han privado siempre de compadres…” Este retrato de sí misma lo emite en 1936 en una memoria pública. Ella se crió en el ideario republicano en época de monarquía, momento en el que costaba caro serlo porque el emblema que permeaba a través de un régimen caciquil era: “Para los amigos el favor y para los enemigos la ley”.
Otro nombre femenino referencial en su vida fue Antoinette Quinche. Más que una amiga, resultó ser la hermana que nunca tuvo y la persona que más le ayudó desde que salió de España, la que estuvo a su lado siempre durante su estancia en Lausana y hasta el final de su vida. A esta abogada suiza la conoció en París y junto con otras tres más de diferentes países europeos fundó en 1928 la Federación Internacional de Mujeres Jurídicas. Clara Campoamor, prácticamente hasta el final de su vida, siguió con una actividad constante que la llevaba a participar en asociaciones feministas internacionales o a colaborar en mítines, así como a asesorar en el despacho de Antoinette. Todo esto hasta que el cáncer se la llevó.
Además de su trabajo como traductora, escribió numerosos textos divulgativos sobre la obra poética de diversos autores que pertenecieron a distintas épocas, que se publicaron en la revista femenina Chabela entre 1943 y 1945 y que luego fueron recogidos en Del amor y otras pasiones. Se trata de una antología muy personal tal y como puede verse cuando, por ejemplo, refiriéndose a la obra de Zorrilla indica que “hay descripciones que son verdaderos cuadros velazqueños”, y cuando califica sus versos de “magníficos y rutilantes”. De Gaspar Núñez de Arce dice que es “gigante de espíritu encerrado en un cuerpo deformado” y que posee “una lírica vibrante y enérgica”. Se interesa también por el murciano Federico Balart, “escritor y poeta sereno”. Y de este modo: “…el ritmo vivo y sugerente de sus manos nerviosas y expresivas (…) da a sus poesías vuelo del gesto, ritmo y contenido penetrante”, nos da a conocer al poeta mexicano Amado Nervo. Y del catalán Joaquín María Bartrina, dice que “en sus versos fue un descorazonado y amargo pesimista”. Otros poetas analizados en este mismo volumen son Quevedo, Góngora, Manuel Machado… y Sor Juana Inés de la Cruz como única representación femenina. Son unos ensayos literarios muy instructivos en los que se aprecia que la escribiente es una persona instruida, muy leída, y que sabe expresar sus opiniones con sentimiento y pasión.
Fue una mujer verdaderamente inquieta, luchadora impenitente, de palabra ingeniosa, mente lúcida y fiel a sí misma. Quiso sacar a las mujeres de los arrabales en que vivían, razonando con tesón y discutiendo en buena lid. Abogaba por un feminismo igualitario que luchara por la libertad y la justicia. Su avanzado ideario tropezó con el hermetismo de una sociedad española encerrada en sus tradiciones, que la trató con hostilidad y la despreció públicamente. Pero ella nunca se desanimó y y peleó hasta el final, sin admitir jamás un trato de favor por ser mujer. Así la describe el escritor Rafael Cansinos-Asséns en sus memorias La novela de un literato: “…la famosa Clara Campoamor (Clarita, como todos la llaman), esa mujer abogada, diputada, escritora y sin embargo muy mujer, pequeñita, redondita, con una carita de manzana asturiana y una expresión gachona en sus ojos negros. Pero con una energía más que varonil en su carácter”.


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Presentación del libro "Los cerezos en flor" kaiku y senryu ilustrado en La Sede de la Ciudad Universitaria de Alicante

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3 de octubre a las 20 horas
Intervienen Juan Miguel Asensi Torregrosa, Consuelo Giner Tormo y Ramón Palmeral, acompañadas por un grupo de poetas de Espejo de Alicante que leerán poemas del libro.

Algunos dibujos del libro:




 

Recital de Ramón Palmeral en Monforte del Cid. "El gorrión de Orito".

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EL GORRIÓN DE ORITO

Por Ramón Palmeral

Traspasé los límites de la aldea de Orito
donde un sociable gorrión molinero revoloteaba
desde el cáliz de un pino carrasco a una hornacina
del Santuario de cerrada puerta.

Su pecho de plumas se agitaba como
el corazón del viento
entre los parrales color cinabrio,
color verde vejiga,
caracolendo sus zarcillos en junio,
con el embolsado de agraces uvas.

De Orito subí caminando hasta la joroba
del monte donde se alza en la cumbre
la sagrada cueva de San Pascual Baylón,
franciscano monje con modesto cíngulo,
e iluminada corona de santo varón.

Sentado en el poyete de la Ermita de la Aparición
mirando al humilde fraile, entró  en vuelo
rasante y precipitado el gorrión de Orito.
¿Acaso me siguió como un ave espía?
Perturbado, quizás, por mi falta de fe cristiana.

Desde el contraluz ojival de la ermita
se dejaba ver el grandioso Valle del Vinalopó
con sus pueblos blancos y lejanos  que se podían tocar
como las piezas doradas de un ajedrez gigantesco.

En la sangrante tarde, San Pascual me miraba triste.

El gorrión me picó la mano y como un milagro habló:
¡Viven  en el mundo muchos pecadores
pero ninguno le iguala a vos en pecados!

Me puse de rodillas y luego me tiré al suelo en cruz,
me dormí…, y cuando desperté el gorrión de Orito
todavía seguía allí.

Orito, 1 de agosto de 2019

Ars Poetica, de Fulgencio Martínez

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Ars Poetica incluye al oriolano José Luis Zerón Huguet en una antología de 33 poetas de prestigio nacional

Ars Poetica incluye al oriolano José Luis Zerón Huguet en una antología de 33 poetas de prestigio nacional
El poeta oriolano José Luis Zerón Huguet ha sido incluido en la antología La escritura plural (33 poetas entre la dispersión y la continuidad de una cultura), un volumen de casi  400 páginas editado por Ars Poetica que reúne a poetas que gozan de un prestigio nacional como José María Álvarez, José Ángel Cilleruelo, Karmelo Iribarren, Luis Bagué, Manuel Vilas, Juan Carlos Mestre, Concha García o Isla Correyero, entre otros, y ofrece una visión polifónica de la poesía que se está escribiendo hoy en España, no solo en castellano, ya que este incluye a un nutrido número de autores vivos actuales en cinco lenguas (español, catalán, vasco, gallego y judeo-español.
Fulgencio Martínez, profesor de Filosofía, poeta y ensayista nacido en Murcia, ha elaborado la selección y escrito las notas y la presentación de esta antología, prologada por el reconocido poeta y académico Luis Alberto de Cuenca.

Activa Orihuela

Vdeo en You Tube del IV Encuentro de Poetas del Valle del Vinalopó en Monforte del Cid


I Encuentro poético cultural Valle de Vinalopó en Monforte del Cid, 28 de septiembre 2019

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IV Encuentro Poético Cultural del Valle del Vinalopó (Alicante)
Biblioteca Municipal de Monforte de Cid, 28 de septiembre 2019
Participantes:
Alberto Escolar (rapsoda, recitó a Federico García Lorca)
Andrés Giménez (guitarra y cantante, profesor de música)
Maria Dolores Moreno (profesora de casatañuelas)
Gabriela Ruiz  (Orihuela)
Josefina Campo (Elche)
Alicia Merino (Agost)
Rosa Cerdá (Hondón de ls Nieves)
Rosa Muñoz (Novelda)
Mila Pacheco (Novelda)
Belén Morote (Novelda)
José Payá Beneixama)
Ramón Palmeral (Orito)
Maria Teresa Rodríguez (Alicante)
Ángel Gas (Alicante)
Jesús Gandía (Elche)
Concha Barbero (Elda)
Valeriana Llácer (Albatera)
Roberto Ruiz (Albatera)
Pascual Limorte (Crevillente)
Santiago Hernández (Crevillente
Luis Pascual Limiñana (Alguéña) (Informática)
Lucía Pastor (Monforte del Cid) (Coordinadora)
Fue una gran tarde de poesia, recitales, musica y castañuelas.
Se entregarán Diplomas por su particiación.

Novela de Natalia Olmedo. san Vicente del Raspeig

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San Vicente como musa de ubicación: el ambiente para una novela que esconde un secreto de familia

Alicante Plaza
7/08/2019 - 
SAN VICENTE DEL RASPEIG. Dos protagonistas: un personaje y una ciudad; Martín Vera y San Vicente del Raspeig. Una historia que entrelaza una vida ficticia -la de Vera-, creada expresamente para la literatura, y un contexto real -el del municipio-, recordando épocas como la guerra civil española o el reciente 2018. Tu alma en mi lienzo arranca "con una periodista (Carolina) a quien encargan entrevistar a un pintor al que habían dado por muerto, que es el protagonista (Martín Vera). A través de la entrevista, Carolina conoce la vida del artista y va a descubrir un secreto familiar del pintor que también le concierne a ella", resume la sinopsis la escritora de la novela, Natalia Olmedo. Pese al continuo vaivén de épocas que la autora incluye en el libro, ella misma insiste en que "se trata de narrativa contemporánea y no de novela histórica, porque realmente es actual aunque añade flashbacks. Utilizo este elemento -el del flashback- para saltar en el tiempo y contar la historia del pintor, su vida desde pequeño, y así mantener enganchado al lector, ya que voy dando pistas para que al final todo tenga sentido y encaje".
El municipio natal de la escritora supone también la ubicación de su novela, la cual se ambienta a través de cuatro tiempos distintos: "2018, 2006, los años 60 y los años 40, con toda la Guerra Civil y la posguerra", explica. Y, además, justifica la decisión de haber mezclado todas estas épocas debido a la publicación de la novela con la editorial Group Edition Wolrd: "Al principio la autopubliqué, pero vi que no se estaba vendiendo bien, que se estaba desaprovechado. Fue entonces cuando me surgió la oportunidad de sacarlo con una editorial y pensé que no perdía nada por hacerlo, porque se podría mover más. Al autopublicarlo, mi idea era la de realizar una serie, libros autoconclusivos pero que estuvieran relacionados entre sí, para explicar detalles que dejaba colgando en este primero. Sin embargo, cuando lo publiqué con la editorial lo completé, añadí todo lo que quería haber puesto en la continuación; hice de este libro los cuatro. La editorial me aconsejó que solo escribiera uno porque no sabían cómo iba a funcionar, y ya que me la jugaba con uno lo añadí todo".
Para contextualizar todo el ambiente que envuelve a Martín y Carolina, la autora realizó un proceso de documentación que no resultó fácil de iniciar: "Primero no encontraba nada de información. En Internet había poco. Al principio de buscar pensé que la Guerra Civil había llegado a San Vicente pero no de una manera tan brusca como pudo ocurrir en Valencia, Madrid o, incluso, Alicante. Pero para nada. Cuando empecé a encontrar información me sorprendí: lo destrozaron todo, me quedé alucinada porque arrasaron y no pensaba que hubiera sucedido tanto aquí", confiesa Olmedo. Una vez abierta esta investigación y encontrados los primeros resquicios informativos, la autora tiró de los hilos para hallar la documentación que hoy ambienta Tu alma en mi lienzo. "Existe hasta un refugio y yo no tenía ni idea. Mi madre lo descubrió con una placa en la entrada después de que yo hubiera publicado el libro. Menuda coincidencia", cuenta a modo de curiosidad en medio del silencio documental.
Publicada el 14 de mayo, la novela está teniendo en sus casi tres meses de luz una acogida "muchísimo mejor de lo que me esperaba", admite la escritora, quien menciona que "la gente está moviendo el libro por Instagram". Pese a que Olmedo no había centrado ninguna de sus historias anteriores en San Vicente, sí había mencionado al municipio, según manifiesta, porque "es mi sitio de escribir. Antes no lo había hecho así, ya que ahora está todo ambientado en San Vicente. Quería escribir algo más serio, porque hasta el momento todo trataba sobre temática romántica y erótica, que no digo que eso esté mal, sino que me apetecía hacer algo que sintiese más. Justamente estaba leyendo a Ruíz Zafón y, de alguna manera, me inspiró para mi historia". Esta preocupación por una novela más profunda se refleja en los sentimientos de la autora: "Lo que pretendía con este libro era sentirlo yo y, a través de la historia, sentir a los lectores. Siempre que alguien me dice que se lo ha terminado de leer le pregunto si ha llorado, porque es una novela que hace pupita, tiene escenas crudas", desvela.
Tu alma en mi lienzo son las letras que custodian la portada de la novela, un título elegido por la pareja de la autora, debido a que se trata del nombre "de un cuadro que pinta el protagonista, donde aparece su amada", argumenta. Previa a la publicación de su nuevo libro, algunas obras de Olmedo ya habían visto la luz: "Tengo un remake de Caperucita roja, una adaptación humorística del cuento; publiqué una obra romántica que se llama Efectivamente tú; también está Seven Things, de género juvenil-romántico; y, por último, saqué un libro romántico-humorístico que se llama Con tu camiseta y unas bragas, una novela corta, amena y ligera", detalla la autora. Aunque siempre se ha movido dentro del formato novela, la fluctuación entre el reposo de esta última y el humor del resto ha sido un proceso distinto, incluyendo también en su benjamina el amor, un elemento que la autora nunca deja en el tintero: "Me parece uno de los temas fundamentales para escribir. Yo estoy acostumbrada a crear obras con mucho humor, como hablaría, por ejemplo, con una amiga, siendo todo muy cercano, cotidiano y familiar, pero en esta novela no podía escribir así. La diferencia es grande en cuanto a registro y vocabulario, pero he disfrutado mucho más esta novela que las otras, porque la he sentido, y para mí sentirlo es fundamental, porque si no me da miedo no trasmitirlo a los lectores", revela su temor Olmedo.

Gerardo Muñoz, nuevo volumen presenta en 80 Mundos, el lunes

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Alicante hace historias

Gerardo Muñoz edita un nuevo volumen con los artículos publicados en INFORMACIÓN, en este caso los 51 que el autor firmó a lo largo de 2015

27.09.2019 | 23:28
Alicante hace historias
El libro se presenta el lunes en la librería 80 Mundos.
Entre la historia del primer gobernador del Castillo de Santa Bárbara en el siglo X, el musulmán Muhammad Ibn Al-Sayj Al-Aslami, y la del taxista de los muertos, como se llamaba en la década de los 40 al conductor que de forma ilegal sacaba a los fallecidos del hospital sentados en el asiento como si estuvieran vivos para que su familia se ahorrase el coste de la funeraria, hay diez siglos de diferencia y también 260 páginas.
Uno abre y otro cierra Episodios de la ciudad de Alicante 2, libro en el que Gerardo Muñoz recoge los 51 artículos publicados los lunes en el diario INFORMACIÓN a lo largo del año 2015, bajo el sello Sargantana. Este volumen, que se presentará el lunes a las 19 horas en la librería 80 Mundos de Alicante con la intervención de Toni Cabot, director del Club INFORMACIÓN y prologuista del libro, viene a continuar con la recopilación ya publicada de las entregas que pudieron disfrutar los lectores del diario en 2014 con la misma editorial y el mismo título. «Son los 51 artículos de 2015, pero los he puesto por orden cronológico no por el que aparecieron en el periódico», destaca el autor.
Para buscar las historias que regala cada lunes a los lectores, Gerardo Muñoz bucea en el Archivo Municipal y el Archivo Histórico Provincial, y en otros casos a través de las lecturas. Como la del citado caso de el taxista de los muertos, que sacó «de un documento en el que el dueño de la Siempreviva se quejaba al alcalde esta práctica».
Por el libro hacen su recorrido la historia de los mudéjares alicantinos; los maestros, que a partir del siglo XVIII empezaron a ser muy importantes en la ciudad; las adivinadoras de principios del siglo pasado... «Sobre personajes, prefiero evitar los muy ilustres y centrarme en los menos conocidos, como Berenguer de Puigmoltó, que fue el representante del rey a finales del XIV y principios del XV, o Pedro de Villafranqueza que dio nombre al barrio».
También cuenta la historia del último morisco que murió en el Castillo de Santa Bárbara en 1612 por una huelga de hambre. «Era hermano del caudillo y estuvo escondido en las montañas de la provincia; en 1612 le dijeron que se rindiera y le amnistiarían pero fue mentira, así que hizo una huelga de hambre y murió».
Otro personaje al que dedica un artículo es Francisco Esteban Zamora Cánovas, «alcalde mayor del siglo XVIII que gobernó casi 25 años y que fue el prototipo del político corrupto; le juzgaron varias veces pero siempre salió impune, sobre todo porque a parte del poder político, al ser alcalde mayor, también juzgaba». Además escribe sobre Florentino Elizaicín, alcalde y periodista, «que fundó varios periódicos y fue presidente de la Asociación de la Prensa a principios del siglo XX».
Las costumbres y la vida cotidiana también aparecen en el libro. «Dedico un artículo a los juegos y apuestas, desde la tahurerías del medioevo, pasando por la prohibición de juegos de azar en el siglo XVIII, hasta la llegada de la primera máquina tragaperras a la ciudad a principios del siglo XX».
El incendio de la iglesia de Santa María en 1484, los baños de Busot, las casas de socorro, el choque de una avioneta con la Casa Carbonell en las primeras décadas del siglo pasado son otros de los temas tratados.
Esta serie comenzó en enero de 2013 y aún continúa. «Amenazo con seguir publicando estos artículos», bromea el autor.

Poema dedicado a las tormentas de Alicante, por Nieves Fernández Rodríguez.

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Nieves Fernández RodríguezDedico este poema a la provincia de Alicante a la que tanto quiero y la que ha sufrido daños por las lluvias torrenciales. Respira

Respira.

Aún quedan en tus cielos
aires de nubes blancas
y te acarician brisas que recorren tu espalda
con suave cosquilleo.
Has cargado con demasiado peso,
con demasiados pasos,
con demasiada carga.
Has llegado al tropiezo
que te sobrepasaba.

Es hora de quitarnos la máscara
en este duelo de hombre y de ciudad
sentados frente al alba.

Sólo tú me comprendes
cuando mendigo oxígeno
en el cristal abierto de mi ventana.

Vamos a inhalar juntos
los elixires mágicos
del parpadeo del sol que nos saluda
con sus manos de rayos.

Vamos a concentrarnos
en respirar los aires
que purifican la voz de los umbrales
que nos abren los campos.

Respira.
Hoy todos tus muros, tus jardines y fuentes
saben que eres potable de ilusiones,
potable de caricias,
potable de sosiego,
de vida ciudadana.

Sólo tenemos que evaporar un poco
el aire que respira la mañana,
el futuro, el milagro,
los sueños, el bullicio,
el trabajo, las ansias...

Y estaremos los dos mirando el horizonte,
y estaremos los dos respirando la calma.
Tú, con tu expresión de mujer expectante;
yo, con cielos claros buscando mi esperanza.
Nieves Fernández Rodríguez. Del libroRespira.
Premio Internacional de Poesía El Olivo, Jaén

Antología de Federico García Lorca, por José Luis Ferris

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Un acercamiento al mito contemporáneo de Lorca

José Luis Ferris edita con Austral una nueva antología poética del autor granadino con 200 poemas, textos complementarios y una guía de lectura

05.09.2019 | 23:44
José Luis Ferris, junto a la portada de la antología de Lorca que ha elaborado para Austral.
«A Federico García Lorca se le vuelve a conocer cada vez que se leen sus poemas. Es un pozo sin fondo porque él mismo no llegó a conocerse y su obra es producto de una frustración enorme. Si no hubiese sufrido como sufrió, Lorca habría sido feliz y no habría escrito ni una línea». Quien habla es el escritor y ensayista alicantino José Luis Ferris, que ha releído con gozo al poeta granadino –«probar la poesía de Lorca siempre es una aventura», indica– como responsable de la edición de una nueva antología poética comentada sobre la obra de Federico García Lorca, editada por el sello Austral (Planeta), que verá la luz el próximo 15 de octubre.
Ferris, que elaboró en los años 80 una breve antología de Lorca con la editorial alicantina Aguaclara, ha tenido como referencia otra selección de poemas de la obra comentada de Miguel Hernández que realizó con Austral hace 19 años, que tuvo más de un centenar de ediciones, «y este año me pidieron que hiciera algo parecido con García Lorca», con la vista puesta en el próximo curso escolar , ya que la poesía del autor de Romancero Gitano o Poeta en Nueva York formará parte de la materia de estudio de 2º de Bachillerato, junto a Historia de una escalera de Buero Vallejo y Entre visillos de Carmen Martín Gaite.
A pesar de los breves plazos con los que trabajó –alrededor de tres meses–, Ferris ha disfrutado del encargo y se muestra «muy contento» con la edición realizada de 432 páginas, que considera un libro «de largo recorrido» dirigido al gran público pero que también acercará la poesía de Lorca al lector más joven, ya que «se piensa mucho en el estudiante que entra por primera vez a conocer sus poemas y en los profesores que trabajarán con ellos».

El autor de esta antología ha abierto la mirada todo lo posible para incluir una amplia selección de alrededor de 200 poemas y explica que, al iniciar esta tare, se sorprendió de que apenas hubiese en el mercado un par de antologías que en ningún caso superaba el centenar de poemas.
«Lorca es el autor en lengua castellana más universal después de Cervantes y seguramente el más querido, apreciado y leído. Un mito contemporáneo que encarna el vitalismo y la tragedia del artista y del hombre, que condensa en su obra las grandes y universales contradicciones humanas. Hay numerosas ediciones de sus libros Romancero gitano o Poeta en Nueva York, pero ya casi no hay antologías de Lorca, comparado con otros autores», argumenta José Luis Ferris, que destaca una de Luis García Montero para Visor y otra más reciente de Ángel Luis Prieto de Paula para una pequeña editorial valenciana, Sansy».
En su caso, indica no haber tenido límite de páginas, lo que le ha permitido estructurar la antología en tres partes diferenciadas: una primera introducción de 70 páginas sobre la biografía del poeta vinculada a su obra «para conocer al poeta, al hombre y sus circunstancias», apunta Ferris.
La segunda parte la integran los doscientos poemas extraídos de todos sus libros, una docena, muchos de ellos publicados tras su muerte, donde ha podido incluir poemas nunca escogidos con una introducción de Ferris al comienzo de cada uno de sus libros.

La última parte, de un centenar de páginas , es una guía de lectura con índice cronológico y textos complementarios para conocer, en primer lugar, a Lorca como persona, con descripciones que hacen de él otros autores como Vicente Aleixandre («Quienes le vieron pasar por la vida como un ave llena de colorido, no le conocieron», apunta), Rafael Alberti («El aspecto total de Federico no era de gitano, sino de ese hombre oscuro, bronco y fino a la vez que da el campo andaluz») o Dámaso Alonso («El éxito social del hombre Federico García Lorca es, antes que nada, un éxito español»), el diplomático Carlos Morla Lynch («Nos tiene atados a su elocuencia, que fluye libre de toda fastuosidad»), o a través del poema, Elegía primera, que Miguel Hernández escribió tras su muerte («Tú, el más firme edificio, destruido,/ tú, el gavilán más alto, desplomado,/ tú, el más grande rugido,/ callado, y más callado, y más callado»). También se incluyen textos sobre su obra poética, incluido del propio Lorca, además de un taller de lectura con propuestas para trabajar poemas, y preguntas que plantear.

Para Ferris, Infancia y muerte sigue siendo un poema «clave» para conocer a un autor de quien solo «citar su nombre es congregar en apenas tres palabras –Federico García Lorca– un sueño de contrarios hermosamente conciliables».
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